Últimamente me he topado con un fenómeno que parece ser muy común entre la juventud mexicana; se trata de un miedo terrible al matrimonio. En la antigüedad, el matrimonio era (al parecer) el fin único en la vida de la especie humana; y ahora con todo ese rollo pos-moderno del éxito personal, se ha delegado a un simple obstáculo en la vida de cualquier persona.
En mi opinión y experiencia personal, creo que este miedo se ha generado a causa de todo los mitos que existen alrededor de esta institución, pero sobre todo, de las cosas que se dicen acerca de las mujeres. Los programas de "chistes" y el Internet, se han encargado de dar una imagen distorsionada y generalizada de la mujer; en la cual se nos muestra como un ente insufrible, incapaz de aceptar nuestros errores y que sólo se dedica a hacercela de pedo al hombre,
Para los hombres modernos, una esposa es un estorbo para adquirir el éxito profesional, pero sobre todo, un pinche dolor en los huevos. Por supuesto que no somos una perita en dulce y mucho menos las que sufrimos de Sindrome Pre-Menstural, esa madre destroza relaciones, pero vamos, no somos del todo malas y al igual que ustedes, también tenemos metas profesionales y personales. El hecho de compartir la vida con una persona no debería ser un obstáculo para lograr cosas, al contrario, debería ser un apoyo (mutuo por supuesto) para alcanzar nuestros objetivos.
Creo que el verdadero problema, radica en que aún tenemos el concepto que se tenía hace cien años de matrimonio. Los hombres creen que casarse significa mantener a la mujer y a su vez, nosotras creemos que significa convertirnos en la sirvienta personal del hombre. En estos tiempos las cosas ya no son (o no deberían ser) así. A estas alturas del partido hay que formar parejas, no matrimonios; es decir, unir nuestra vida a la de otra persona debe significar contar con y brindar apoyo, compañía y amor.
Quizá sea porque soy un hombre atrapado en el cuerpo de una mujer, pero chicas, podemos ceder un poco. No deberíamos emputarnos porque nuestro "peoresnada" dejó la tapa del water levantada, si ellos tienen que levantarla para miar, nosotras podemos bajarla para hacer lo mismo. No deberíamos bufar porque el vato toma la leche directo del cartón, a nosotras también nos gusta hacerlo (creo) o porque dejó la toalla mojada sobre la cama ¿eso qué? o porque dejó sus calzones colgados en la regadera, básicamente no deberíamos enojarnos por cualquier mamada.
Hombres, comprendan que las mujeres son mucho más sensibles que ustedes (algunas), que a veces queremos que le pongan pausa al xbox para que nos pinches escuchen, nada les cuesta. A veces queremos que se rían de nuestras pendejadas así como nosotros nos reímos de las suyas, que más que una pareja queremos un buen amigo a quién podamos contarle nuestros problemas y que ustedes nos cuenten los suyos.
Las relaciones no deberían ser tan complicadas, pero bueno, cómo dice una amiga mía, crecimos viendo televisa, sino hay drama no sirve. En fin, no digo que sea necesario o una obligación casarse, pero tampoco debería ser algo que nos produzca tanto resquemor, podemos vivir juntos y al mismo tiempo tener éxito de manera individual; podemos convivir sin tener a huevo un papel que lo avale, podemos ser felices sin sentirnos atados.
Creo que el verdadero problema, radica en que aún tenemos el concepto que se tenía hace cien años de matrimonio. Los hombres creen que casarse significa mantener a la mujer y a su vez, nosotras creemos que significa convertirnos en la sirvienta personal del hombre. En estos tiempos las cosas ya no son (o no deberían ser) así. A estas alturas del partido hay que formar parejas, no matrimonios; es decir, unir nuestra vida a la de otra persona debe significar contar con y brindar apoyo, compañía y amor.
Quizá sea porque soy un hombre atrapado en el cuerpo de una mujer, pero chicas, podemos ceder un poco. No deberíamos emputarnos porque nuestro "peoresnada" dejó la tapa del water levantada, si ellos tienen que levantarla para miar, nosotras podemos bajarla para hacer lo mismo. No deberíamos bufar porque el vato toma la leche directo del cartón, a nosotras también nos gusta hacerlo (creo) o porque dejó la toalla mojada sobre la cama ¿eso qué? o porque dejó sus calzones colgados en la regadera, básicamente no deberíamos enojarnos por cualquier mamada.
Hombres, comprendan que las mujeres son mucho más sensibles que ustedes (algunas), que a veces queremos que le pongan pausa al xbox para que nos pinches escuchen, nada les cuesta. A veces queremos que se rían de nuestras pendejadas así como nosotros nos reímos de las suyas, que más que una pareja queremos un buen amigo a quién podamos contarle nuestros problemas y que ustedes nos cuenten los suyos.
Las relaciones no deberían ser tan complicadas, pero bueno, cómo dice una amiga mía, crecimos viendo televisa, sino hay drama no sirve. En fin, no digo que sea necesario o una obligación casarse, pero tampoco debería ser algo que nos produzca tanto resquemor, podemos vivir juntos y al mismo tiempo tener éxito de manera individual; podemos convivir sin tener a huevo un papel que lo avale, podemos ser felices sin sentirnos atados.