jueves, 29 de enero de 2015

Hoy hablaremos de "EL MATRIMONIO"

Últimamente me he topado con un fenómeno que parece ser muy común entre la juventud mexicana; se trata de un miedo terrible al matrimonio. En la antigüedad, el matrimonio era (al parecer) el fin único en la vida de la especie humana; y ahora con todo ese rollo pos-moderno del éxito personal, se ha delegado a un simple obstáculo en la vida de cualquier persona.

En mi opinión y experiencia personal, creo que este miedo se ha generado a causa de todo los mitos que existen alrededor de esta institución, pero sobre todo, de las cosas que se dicen acerca de las mujeres. Los programas de "chistes" y el Internet, se han encargado de dar una imagen distorsionada y generalizada de la mujer; en la cual se nos muestra como un ente insufrible, incapaz de aceptar nuestros errores y que sólo se dedica a hacercela de pedo al hombre, 

Para los hombres modernos, una esposa es un estorbo para adquirir el éxito profesional, pero sobre todo, un pinche dolor en los huevos. Por supuesto que no somos una perita en dulce y mucho menos las que sufrimos de Sindrome Pre-Menstural, esa madre destroza relaciones, pero vamos, no somos del todo malas y al igual que ustedes, también tenemos metas profesionales y personales. El hecho de compartir la vida con una persona no debería ser un obstáculo para lograr cosas, al contrario, debería ser un apoyo (mutuo por supuesto) para alcanzar nuestros objetivos.

Creo que el verdadero problema, radica en que aún tenemos el concepto que se tenía hace cien años de matrimonio. Los hombres creen que casarse significa mantener a la mujer y a su vez, nosotras creemos que significa convertirnos en la sirvienta personal del hombre. En estos tiempos las cosas ya no son (o no deberían ser) así. A estas alturas del partido hay que formar parejas, no matrimonios; es decir, unir nuestra vida a la de otra persona debe significar contar con y brindar apoyo, compañía y amor.

Quizá sea porque soy un hombre atrapado en el cuerpo de una mujer, pero chicas, podemos ceder un poco. No deberíamos emputarnos porque nuestro "peoresnada" dejó la tapa del water levantada, si ellos tienen que levantarla para miar, nosotras podemos bajarla para hacer lo mismo. No deberíamos bufar porque el vato toma la leche directo del cartón, a nosotras también nos gusta hacerlo (creo) o porque dejó la toalla mojada sobre la cama ¿eso qué? o porque dejó sus calzones colgados en la regadera, básicamente no deberíamos enojarnos por cualquier mamada.

Hombres, comprendan que las mujeres son mucho más sensibles que ustedes (algunas), que a veces queremos que le pongan pausa al xbox para que nos pinches escuchen, nada les cuesta. A veces queremos que se rían de nuestras pendejadas así como nosotros nos reímos de las suyas, que más que una pareja queremos un buen amigo a quién podamos contarle nuestros problemas y que ustedes nos cuenten los suyos.

Las relaciones no deberían ser tan complicadas, pero bueno, cómo dice una amiga mía, crecimos viendo televisa, sino hay drama no sirve. En fin, no digo que sea necesario o una obligación casarse, pero tampoco debería ser algo que nos produzca tanto resquemor, podemos vivir juntos y al mismo tiempo tener éxito de manera individual; podemos convivir sin tener a huevo un papel que lo avale, podemos ser felices sin sentirnos atados. 

lunes, 26 de enero de 2015

No tengo trabajo porque me drogo

Cómo todo el mundo sabe, no tengo trabajo (sino lo sabían es cultura general, vienen en la prueba Enlace) por ende he estado enviando mi Curriclum a varias empresas y hasta ahora, no he recibido una sola llamada. Cuando envío mi CV para postularme en algún puesto, procuro cubrir el perfil que están solicitando, que los horarios de trabajo se adapten a mis otras actividades y que el sueldo me agrade; ustedes dirán "todo quieres, pinche vieja", pues si y no, es decir, si existen trabajos que cumplen mis expectativas, sin embargo no me llaman. 

¿Por qué no me contratan? No lo sé, y no es por nada pero me veo muy bien en la foto de mi CV, tengo un chingo de talleres, proyectos, seminarios y la madre; se bordar, tejer y hornear pinches galletas (bueno eso último no lo pongo en el Curriculum) no se porque no me contratan entonces. He generado varias teorías al respecto, una de ellas apunta a que ni siquiera me toman en cuenta porque no estoy titulada, pero chihuahua, osea, terminé la trinche carrera con un buen promedio ¿por qué necesito a huevo un papel que lo avale? ¿Acaso todo lo que aprendí en la escuela se desbloquea de mi mente hasta que tenga el jodido titulo en la mano? 

Otra razón por la que creo que no me llaman, es porque todo lo que he hecho va encaminado al arte, en sus pinches mentes retrogradas han de pensar cosas como "Ay no, es una pinche artista, de seguro consume drogas", "Descartemos a esta mugre marihuana, ha de ser bien irresponsable como todos los artistas", "Ha de estar loca como todos esos hippies que se dedican al arte", "ESTA GENTE LEE MUCHO Y NO SE DEJAN ESCLAVIZAR" o lo que más me purgaría de todo lo que pudiesen pensar "Tiene otras actividades, no nos entregará su alma y tiempo el cien por ciento" ¿Quiénes chingados se creen las personas que contratan empleados? Me caga que tengan la estúpida idea de que por pagar un salario (misero además) la gente les debe entregar hasta el culo. 

Me choca que la gente me diga cosas como "el trabajo debe ser lo más importante para ti" ¿Por qué mierdas? El día que me paguen por escribir o actuar, entonces ESE trabajo será lo más importante para mi. Lamentablemente vivimos en un mundo en el que tenemos que hacer cosas que no nos gustan para poder tragar y comprar alcohol, pero eso no debería significar que tengamos que estar la mayor parte del tiempo haciendo esas cosas que no nos gustan y sobre todo, no tenemos porque hacer de esas cosas lo más importante para nosotros. Creo que por eso hay tanta gente amargada, porque dejó de hacer lo que le gustaba para que le avienten un par de pesos más. Sí lo sé, necesito un trabajo para sobrevivir, pero crear arte es lo que hago para VIVIR que es muy diferente y más importante. 

Si su miedo es que yo no quiera trabajar horas extra porque tengo otras cosas que hacer, o que me de cuenta que están siendo injustos de alguna manera; si su pinche terror reside en que consumo drogas, porque en el profundo y oscuro pozo de sus prejuicios el arte va de la mano con las adicciones, entonces no quiero trabajar con ustedes. Si creen que la falta de un titulo tiene bloqueados en mi subconsciente todos los conocimientos que adquirí en la escuela, entonces no quiero trabajar con ustedes. Es más, me voy a hacer un pinche tatuaje enorme y visible que termine de salvarme, de una vez por todas, de los empleos aburridos. 

martes, 13 de enero de 2015

ME QUEJO MUY DURO, COMO UN ESCLAVO, PAGUENME DINERO

Entre mis pasatiempos favoritos, se encuentran los paseos nocturnos en coche, la contemplación de la naturaleza y quejarme de pinches todo, siendo este último el que practico con regularidad (es por eso que abrí este blog, además de mi constante y patológica necesidad de atención). Es por eso que he estado pensando mucho sobre las cosas de las que podría quejarme en esta entrada, y el chiste es que me topé con un sin fin de posibilidades, lo que me llevó a la conclusión de que todo me pinches caga y así; es decir, soy una amargada de lo peor y yo ni enterada. 

Quiero pensar que simplemente soy capaz de ver más allá de lo evidente, y que por ende, puedo calcular la magnitud de pendejez intrínseca en las cosas que hacen algunos ejemplares de mi especie, y yo, por supuesto, porque han de saber que hay cosas que me cagan y aun así las hago ¿por qué? porque es parte de mi naturaleza humana pues (pretexto mamón). ¿Se dan cuenta de lo que estoy haciendo? Me estoy quejando de que me quejo mucho, soy toda una maestra en el arte de la queja, deberían darme un pinche premio Nobel. 

Me quejo del chofer del camión, de la gente que usa el camión, del camión. Me quejo de los baches, de los carros, de la contaminación, de los puestos ambulantes (que no hacen más que afear nuestro bello Centro Histórico del cual también me quejo). Me quejo del clima, que si hace frío porque no puedo exhibir el cuerpo y que si hace calor porque me quemo y no está chido. Me quejo de la educación pública y la privada. 

Me quejo de las mayoría de las mujeres. De los shorts cacheteros y las lonjas de fuera, de las trompas de pato y las selfies culeras. Me quejo de las uñas postizas que más que uñas, parecen monumentos al mal gusto. Me quejo de los escuincles chillones que llevan a misa (y ni a misa voy). Me quejo del feminismo, del machismo, del fanatismo, de la Rosa de Gudalupe (esa chingadera atrofia mentes), de las taranovelas y el pinche Fútbol. 

Me quejo del Internet móvil, de los mugres careros de Starbucks, del horrible café quemado de La Posada del Virrey (del cual sigo consumiendo porque está bien chidito el lugar). Me quejo del tráfico (aunque ande a pie porque soy pobre); me quejo de los gasolinazos, de las pinches reformas, del idiota de nuestro presidente, de cualquier cosa que huela a fraude electoral, de la cámara de diputados, de la inflación. 

Me quejo porque no tengo trabajo y cuando lo tenga, muy probablemente me quejaré de mi trabajo; y podría durar semanas escribiendo todas esas cosas de las que me quejo, pero la verdad ya me dio hueva seguir tecleando. Si quieren que me queje de algo en especial, díganme en los comentarios ya sea de facebook o de aquí. Besos.